Ojos de gato

Las luces de las farolas

invadían las calles dejando un rastro de calor. Un grupo de gatos callejeros rondaban por la calle, persiguiendo a un indefenso ratón negro de cola gris. Mientras continuaba mi camino hacia ninguna parte, observe como uno de los gatos callejeros, que había declarado la guerra al ratoncito de antes, se acercaba a mí.

Me agache para acariciarle suavemente el lomo, cuando note su delgadez.

El gato empezó a lamerme uno de mis zapatos con ansia y abandono. En ese momento contemple su rostro oscuro velado por dos ojos azul lapislázuli que hubiesen deslumbrado a los barcos antes de llegar al puerto. Cogí al indefenso animalito, le puse mi vieja chaqueta, recién lavada con olor a lavanda sobre él, lo acerque a mi pecho y le lleve hasta mi humilde casa, para que al menos los dos tuviésemos compañía.

Dulce

Inesperado, mágico, dulce, agradable...
Sin esperar que ocurra, sin que aparezca
él solo se manifiesta.
Inexplicable, casi inexistente aparece
instantaneamente, sin avisar, de repente
como una estela en el cielo.
Tan dulce como unos granos de azúcar sobre
la fruta, que se saborean lentamente.
Simplemente nose puede explicar con 
palabras, gestos o movimientos lo
que sentimos tan adentro.